Cáncer de mama en mujeres jóvenes: la enfermedad invisible que se enfrenta en soledad
El diagnóstico de cáncer de mama en mujeres jóvenes suele llegar tarde, sin redes de apoyo, y en medio de un sistema que no está preparado para responder con equidad. La ausencia de acompañamiento psicológico, el abandono económico y la falta de políticas específicas agravan una realidad poco visibilizada.
Por: Vicente Arias, Francisco Palacios y Bruno Verdugo
Para muchas mujeres jóvenes, recibir el diagnóstico de cáncer de mama significa enfrentar una enfermedad que no esperaban y para la cual el entorno tampoco está preparado. A diferencia de los casos más conocidos en mujeres mayores, las jóvenes suelen encontrarse con incredulidad médica, lentitud en la atención, y una precariedad estructural que afecta su tratamiento y bienestar. La falta de redes familiares, laborales o institucionales genera una “indigencia sanitaria” silenciosa que complejiza aún más un proceso ya doloroso.
“Pucha… Sé que es una enfermedad súper fuerte, que muchas veces se asocia a mujeres mayores, pero también he sabido de niñas jóvenes que lo han pasado. Igual da miedo”, cuenta Martina Padilla, estudiante de Ingeniería Comercial de 22 años, “Una no se imagina enfrentarse a algo tan grande tan temprano. Y lo peor es que a veces ni te lo enseñan o no se habla en serio”.
Martina no ha vivido el cáncer de mama en carne propia, pero sí de cerca. Y eso basta para saber que, en la juventud, esta enfermedad no solo duele en el cuerpo, sino también en el alma… y en el bolsillo.
“Muchas veces no tenemos plata, redes de apoyo o ni siquiera información. Nos sentimos solas”, dice Martina con rabia contenida. Y tiene razón. Porque además de luchar contra el cáncer, muchas mujeres jóvenes tienen que enfrentarse a un sistema de salud que simplemente no está diseñado para ayudarlas. No hay campañas específicas para ellas, los controles no se promueven en su rango etario y, cuando finalmente llegan a atención, ya están emocionalmente desgastadas.
“Sería bonito que se hablara más, que se hicieran campañas enfocadas en nosotras, que no se diera por hecho que ‘eso es tema de mujeres mayores’”, agrega. “Porque no lo es. A cualquiera le puede pasar. Y saberlo antes puede hacer toda la diferencia”.
Ignacia Vergara, médica de la Universidad de Talca, fue consultada acerca de recomendaciones y prevenciones para el cáncer de mama en mujeres adultas jóvenes; “Mira factores de riesgo principales, el más importante es la exposición a estrógenos como terapia de reemplazo hormonal y últimamente se ha estado viendo la relación con la obesidad porque hay mayor producción periférica de estrógenos” dijo la experta.
“El principal autocuidado que se está fomentando hace rato es el autoexamen, que consiste en que las mismas mujeres se vayan palpando las mamas buscando algún nódulo extraño” agregó Ignacia.
La médica también se refirió a la forma de detección de la enfermedad y recomendaciones sobre esta; “Es importante que en la palpación lleguen hasta el área axilar porque también en ese lugar hay glándulas mamarias que podrían desarrollar cáncer […] si se palpan un nódulo en la mamá hay algunos signos de alarma que podrían indicar malignidad como nódulo duro y no doloroso, bordes irregulares del nódulo. Si al tratar de mover el nódulo, éste se mueve o está adherido como profundo” Concluyó Ignacia.