Metro de Santiago: el protocolo silencioso frente a intentos de suicidio
Por Eial Díaz, Trinidad Sánchez y Martina Miranda
Cuando un suicidio ocurre en las vías del Metro, los pasajeros escuchan por altoparlantes un código “Sigma” o el anuncio de “interrupción del servicio por persona en la vía”. Detrás de esa frase técnica existe un protocolo humano y operativo que pocas personas conocen, pero que moviliza a toda la organización.
En los últimos años, la empresa ha reforzado capacitaciones en salud mental para trabajadores de estaciones y áreas operativas, entregándoles herramientas para enfrentar intentos de suicidio y otras emergencias de alto impacto. La actualización de los protocolos responde también a la demanda ciudadana, especialmente luego de los cuatro casos registrados solo en septiembre. “No son decisiones que se tomen en una oficina cerrada; se conversa con distintos actores de la sociedad civil, incluidos grupos de personas con discapacidad, para evaluar cómo entregar información en estaciones y trenes”, explica.
Según Ignacio Salcedo, encargado de comunicaciones externas de Metro de Santiago, cada incidente activa un procedimiento que involucra desde conductores hasta equipos de comunicación, con acompañamiento psicológico y días libres para enfrentar el impacto emocional. “En realidad es un tema humano, que debe tratarse con mucha responsabilidad”, añade
La mirada del sindicato
Sebastián Zúñiga, dirigente de la Federación de Sindicatos del Metro, explicó que los trabajadores viven cada episodio con gran tensión emocional: “Un intento de suicidio no solo impacta al conductor, sino a todo el personal que debe intervenir en la emergencia. Nosotros tenemos protocolos claros, pero ninguna capacitación reemplaza el choque humano que significa ver estas situaciones”. Zúñiga recalcó que, aunque la empresa ofrece apoyo psicológico y permisos, “ese acompañamiento debe reforzarse, porque muchas veces los compañeros vuelven a su puesto sin haber procesado del todo lo ocurrido”.
Respecto a las puertas de andén, el dirigente señaló que se trata de una medida positiva, ya que reduce riesgos inmediatos en las estaciones más concurridas, pero no resuelve de raíz el problema. “Las puertas ayudan, pero no son la solución definitiva. Necesitamos políticas públicas más amplias de salud mental, campañas de prevención y líneas de ayuda accesibles. Si no se abordan las causas sociales, la crisis seguirá manifestándose en otros espacios del Metro o fuera de él”, afirmó.
El pasado 11 de septiembre comenzaron las obras de instalación de puertas de andén en Línea 1, medida que busca elevar los estándares de seguridad al nivel de las líneas automáticas, reduciendo riesgos, mejorando la eficiencia y ofreciendo a los usuarios una experiencia más segura.

¿Será suficiente?
Para Barbara Canales, especialista en prevención de riesgos, se trata de una medida “muy efectiva” para reducir tanto los suicidios como las caídas a las vías. Sin embargo, advierte que no basta con una solución tecnológica: “Debe ir acompañada de políticas integrales como mayor acceso a la salud mental, campañas públicas y líneas de ayuda”.
La preocupación no es menor: un informe de Metro reveló que entre 2017 y marzo de 2019 hubo 54 eventos relacionados con intentos o suicidios en la red, con mayor concentración en jóvenes de entre 18 y 30 años y en hombres. Hoy, sindicatos advierten que la cifra se ha mantenido, y que “por cada caso que ocurre, los trabajadores logran evitar cuatro o cinco”, según declaraciones recientes de Eric Campos, presidente de FESIMETRO.
A nivel nacional, la tasa de suicidios en Chile supera los 10,3 por cada 100 mil habitantes, por encima de los homicidios, lo que refuerza la urgencia de políticas preventivas. En ese marco, Metro trabaja junto al Ministerio de Salud en programas de detección temprana y en la capacitación de su personal en primeros auxilios psicológicos, además de campañas públicas como “Quédate”, difundida en estaciones y pantallas.
Si necesitas ayuda
Puedes llamar al 4141 Salud Responde o al 600 360 7777, disponibles las 24 horas, para recibir orientación en salud mental. También está habilitado el fono de prevención del suicidio 4141 opción 1. En caso de emergencia, comunícate de inmediato al 131.