El “boom” de los productos proteicos: entre la moda juvenil y la apuesta empresarial en Chile 

Empresas

Los alimentos altos en proteínas dejaron de ser un complemento exclusivo para deportistas y hoy están presentes en supermercados, almacenes y casinos universitarios. Barras, yogures, leches y snacks se han convertido en parte de la dieta cotidiana de muchos jóvenes chilenos. Mientras la industria alimenticia ve en esta tendencia un mercado que va en alza.

Lo que tenía por objetivo ser un suplemento enfocado en los deportistas de alto rendimiento, se ha ido transformando en un producto de carácter masivo. En las universidades, oficinas e incluso colegios se encuentran personas consumiendo alimentos de estas características, dejando de asociarse tan solo a los gimnasios y otras disciplinas para instalarse en la rutina de muchos jóvenes chilenos. Es por esto que las empresas buscan multiplicar su oferta con barras, yogures, leches y snacks para captar a un público cada vez más amplio y diverso.

Según datos entregados por la empresa de análisis de mercado, Mordor Intelligence, las barras proteicas en Chile alcanzaron más de 31 millones de dólares en ventas en 2024, con un crecimiento proyectado superior al 5 % anual durante la próxima década. Esta cifra refleja un cambio en los hábitos de consumo y el creciente interés de las empresas por consolidarse en un segmento que combina nutrición, conveniencia y tendencia.

El consumo de barras proteicas refleja cómo los productos prácticos y fáciles de incorporar en la dieta diaria se han ganado un lugar en la alimentación de los chilenos, especialmente entre los jóvenes. De acuerdo con un estudio de ALANUR, el 15 % de los consumidores de suplementos proteicos opta por barras, un formato que combina conveniencia, sabor y aporte nutricional.

Respecto a esta sección de la industria alimenticia, Cristián Li-Jo Analista de planificación de NotCo, comentó cómo el mercado de alimentos saludables crece cada vez más, “las barritas que lanzamos el año pasado, apuntaban a ese público e intentan posicionarse dentro de una categoría nueva que estaba creciendo y sigue creciendo. Todo lo que tiene que ver con productos proteicos está al alza”.

De startups a grandes de la industria

Dentro del panorama de emprendimientos proteicos en Chile, Wild Foods se ha consolidado como un actor relevante, con tres líneas de negocio diferenciadas: Wild Fit, enfocada en alimentación saludable; Wild Protein, centrada en productos proteicos tradicionales; y Wild Soul, la línea encabezada por Juanita Ringeling, que apuesta por barras veganas con un enfoque nutritivo.

Para la empresa, esta filosofía permite posicionar a Wild Soul como una alternativa auténtica dentro del mercado de snacks saludables, enfocándose en ingredientes claros y nutritivos que generen confianza en los consumidores y se diferencien de productos ultraprocesados que priorizan marketing sobre calidad. “Nosotros tenemos barras con recetas abiertas, con ingredientes reales, que son totalmente transparentes, pronunciables y nutritivos, además de no contar con ningún sello”, Destaca Juanita. 

Barritas de proteína Wild Soul, marca de Juanita Ringeling – Foto propia

Mirada nutricional: ¿necesidad real o moda?

Para la nutricionista Catalina Yáñez, encargada del Proyecto “Equilíbrate” de Sodexo, las barras proteicas han demostrado ser un aporte clave para una juventud más enfocada en su cuidado físico.


 “Ha existido un crecimiento en la preocupación de los jóvenes por su salud, sobre todo en construir musculatura y mejorar su rendimiento deportivo” Además, Yáñez destacó la sencillez para consumir el producto. “Corresponden a un formato on the go, donde en un bocado pueden obtener entre 10 y 15 gramos de aporte proteico, sin mencionar el aporte calórico que aportan al organismo”.

La experta señaló que, si bien el aporte nutricional de las barras proteicas es positivo, “conlleva problemas de salud si no se usan para la función que fueron diseñadas (deportistas)”. Esto puede ser perjudicial, ya que para Yáñez las redes sociales y el marketing pueden fomentar el uso irresponsable del producto “Los influencers muestran cuerpos perfectos y tonificados para promocionar el consumo de estos productos”.

Barras de proteína Wild Protein – Foto Propia

Jóvenes como motor del consumo

Los productos proteicos ya no son solo cosas de deportistas profesionales, cada vez más jóvenes las incluyen en su rutina diaria. Cristóbal García comentó que las elige porque le ayudan a cumplir con su consumo de proteínas sin complicarse demasiado. “Me fijo en la proteína, las calorías y el sabor”.

Algo similar vive Agustín Pérez, quien recurre a las barras proteicas como una solución rápida y fácil para el día a día. “Son prácticas, no tan pesadas como otros snacks, y me sirven después del gimnasio o en días largos”, comenta. Testimonios como estos ilustran cómo los jóvenes están impulsando el auge de estos alimentos, privilegiando conveniencia, aporte nutricional y sabor en un mismo producto.


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