Piscina cerrada a semanas de la inauguración: el revés que enfrenta el nuevo Polideportivo de Talagante
La falla corresponde a fisuras en la estructura basal del espacio deportivo, en el que se realizaban distintas actividades y talleres de natación para la comunidad.
Por Iñigo Martínez y Camila Maudier
El pasado jueves 26 de junio de 2025, Talagante vivió uno de los hitos más importantes en materia de infraestructura deportiva de los últimos años: la inauguración oficial de su nuevo Polideportivo Municipal. Con una superficie construida de 6.015 metros cuadrados y una inversión superior a los 6.837 millones de pesos financiados por el Gobierno Regional Metropolitano, el recinto se presentó como un proyecto emblemático, pensado para convertirse en un referente dentro de la zona.
El complejo cuenta con una piscina temperada semiolímpica, dos multicanchas, salas multipropósito, muro de escalada, camarines, oficinas, enfermería y estacionamientos, distribuidos en tres niveles.
El Concejo Municipal aprobó avanzar con la licitación pública para el complejo polideportivo en febrero de 2020. El proceso se llevó a cabo entre octubre y diciembre de ese año, y en marzo de 2021 la adjudicación se otorgó a Constructora PIO V Limitada. Las obras civiles comenzaron poco después y se extendieron durante más de tres años, con fiscalización a cargo de una consultora ATO contratada en 2022. En mayo de 2023, el Consejo Regional aprobó un aumento presupuestario de 300 millones de pesos debido al alza en el costo de materiales, lo que elevó la inversión total a $7.138 millones.
El proyecto fue recibido oficialmente por la Dirección de Obras de Talagante en enero de 2025, tras lo cual se programó la ceremonia de inauguración para mediados de año. Sin embargo, apenas unas semanas después de abrir las puertas al público, el polideportivo enfrenta su primer gran desafío: el cierre indefinido de la piscina temperada debido a una falla estructural.
Surgimiento del problema
El problema, según confirman Miguel Belmar, encargado del polideportivo y Joaquín Olivares, encargado actual de la obra, no surgió de la nada. Olivares, constructor civil UC, recuerda que las primeras señales aparecieron antes de la entrega oficial. “Antes de que la constructora entregara el proyecto, hubo un problema con la piscina: las mismas fisuras que vemos ahora. Se ejecutó una solución asesorada por un ingeniero y la Dirección de Obras recepcionó todo conforme en enero. Luego inauguramos el 26 de junio”.

La falla visible hoy se tradujo en un levantamiento del piso en un sector de la piscina, que terminó por obligar a las autoridades a suspender inmediatamente las actividades acuáticas. Belmar, explica que el cierre fue la única alternativa viable para garantizar la seguridad de los usuarios: “Semanas antes aparecieron algunas grietas, pero la constructora las calificó como microfisuras y seguimos funcionando. Hasta que un usuario me avisó que, en un sector, el agua le llegaba a la cadera por un englobamiento en el piso”.
Ese incidente encendió todas las alarmas. La hipótesis más probable es que haya ingresado agua por debajo de la superficie, acumulándose en algún punto y provocando que el revestimiento se inflara.
Ante esa situación, el equipo a cargo optó por vaciar la piscina y cerrarla de inmediato. “No sabíamos qué podía provocar una fractura más grande. Por seguridad y sin un informe técnico certero, decidimos cerrar e informar a la comunidad”, señala Belmar.
“Semanas antes aparecieron algunas grietas, pero la constructora las calificó como microfisuras y seguimos funcionando. Hasta que un usuario me avisó que, en un sector, el agua le llegaba a la cadera por un englobamiento en el piso”.
Actualmente, se están realizando estudios para determinar el alcance real del daño. Posterior a esto se determinará el costo de las reparaciones, sin embargo, Olivares detalla que cuentan con $350 millones en retenciones, además de la boleta de garantía, que cubre 350 millones adicionales. También declara que la estructura de la piscina se compone de dos capas principales: una sobrelosa de 10 centímetros de hormigón sin refuerzo y, debajo, una losa de 20 centímetros con enfierradura y tuberías internas. “Creemos que el daño es solo en la sobrelosa, lo que implicaría demolerla, rehacerla e impermeabilizar la piscina nuevamente. Eso podría demorar entre un mes y medio y dos meses de trabajo”, precisa.
El municipio y la constructora esperan los resultados de un escaneo estructural que se entregará en los próximos días, el que será realizado por la empresa Villner Ltda. Ese informe será fundamental para confirmar la magnitud de la reparación y definir responsabilidades.
Sin soluciones para la ciudadanía
El impacto en la comunidad ha sido inmediato. La piscina temperada semiolímpica no solo estaba pensada para actividades recreativas, sino también para cursos de natación, entrenamientos de clubes y programas de rehabilitación física. La clausura obligó a suspenderlas sin fecha de reprogramación estimada.
Para quienes ya habían pagado sus planes o cursos, la administración ofreció dos alternativas: congelar el cupo hasta que la piscina vuelva a estar operativa o solicitar un reembolso. Belmar detalla el proceso: “Se les informa a los usuarios que hay dos formas: conservar su cupo, porque la piscina tiene capacidad limitada por los cursos, o solicitar un reembolso, que es a través de un decreto municipal y demora un poco el trámite, pero se puede hacer de todas formas”.
En cuanto a los plazos de reapertura, no hay certezas. “Me encantaría decir que será en uno o dos meses, pero puede ser mucho más. No hay apuro por hacer una solución parche, queremos rehacer la piscina para que quede bien”, enfatiza Belmar. Su postura coincide con lo planteado en el último concejo municipal, donde varios concejales manifestaron la importancia de asegurar una reparación definitiva antes de reabrir.
Miguel Belmar sobre la reapertura de la piscina del recinto dice que:
En defensa de la gestión, Olivares dice que, en la reparación inicial se ejecutó siguiendo las recomendaciones de un ingeniero, y que la Dirección de Obras recepcionó la obra conforme. “Se hizo lo que correspondía con la información que teníamos en ese momento. Ahora, con nuevos antecedentes, estamos abordando la situación para que quede resuelta de forma definitiva”.
Mientras se espera el informe estructural y se negocian los pasos a seguir, el edificio sigue funcionando parcialmente, con actividades en sus multicanchas, salas multipropósito y muro de escalada. La piscina, por ahora, permanece vacía y fuera de uso.